Lo confieso. Me gustan los libros del profesor Juan Rodríguez Titos. Sea porque demuestran que un pueblo o localidad, por muy pequeña que sea, tiene detrás una interesante historia. También puede ser por su capacidad para fijar en el papelacontecimientos o vivencias que, aunque cercanas en el tiempo y comunes a muchos núcleos rurales, se nos antojan remotas. Pero, sobre todo, por la proyección social o efectos colaterales, pues se convierten en excusa para celebraciones y reencuentros.
Así ocurrió en 2007 con el libro de su pueblo natal, Laborcillas, y más recientemente con el dedicado al pueblo de su mujer, Pedro Martínez. La presentación del primero supuso un revulsivo para que laborcilleros repartidos por medio mundo se planteasen la posibilidad de constituir una asociación o colectivo que, pese a la distancia, mantuviesen ciertos nexos de unión. Le dediqué un artículo titulado "Laborcilleros del mundo, uníos".
En el caso de Pedro Martínez ha servido para vincular a los herederos del fundador con esta localidad de los Montes Orientales. Gracias a él una de las descendientes, la doctora granadina, Inmaculada Bravo, visitaba por primera vez el 15 de mayo de 2010 la localidad fundada por sus ancestros con motivo de la presentación del libro "Testimonio de Pedro Martínez", y el jueves, 5 de agosto, se convertía en la pregonera de las fiestas. En esta ocasión la noticia la titulaba "Dos "Bravos" por Pedro Martínez"
También en la jornada del sábado, 7 de agosto, a las 7 de la tarde el hermano de ésta, el catedrático de Odontología, Manuel Bravo, conservador de toda la documentación que de generación en generación se ha ido pasando en su familia, acompará en la segunda presentación de este libro pensada especialmente para emigrantes y veraneantes que no pudieron estar en mayo.
Un espacio digno para los fundadores
En su libro “Testimonio de Pedro Martínez”, el profesor Rodríguez Titos realiza un amplio recorrido histórico, geográfico, demográfico y antropológico al incorporar más de 200 fotografías en blanco y negro facilitadas por los pedromartineros. Además, incluye dos interesantísimos capítulos, “Vida diaria en Pedro Martínez, hoy” y “Años 50, pocas luces y muchas sombras”, que permiten conocer el duro vivir de los habitantes de esta localidad granadina que se asemeja en mucho a la de cualquier otro núcleo rural en dicha época. También realiza dos reivindicaciones, que según reconoce ya están siendo contempladas por la actual corporación. A saber: la localización exacta de la tumba de los fundadores situada inicialmente próxima al altar de la iglesia vieja y desaparecidas con la ampliación realizada en 1850, o al menos “la dedicación de un espacio de la torre vieja de propiedad municipal para dignificar la memoria de sus fundadores”. Propuesta que lógicamente apoyan los actuales descendientes, así como la redacción de otra memoria para la propuesta de un nuevo escudo heráldico más apropiado con la historia de Pedro Martínez, pues para el actual “sólo se tuvieron en cuenta unos criterios filológicos y religiosos traídos por los pelos y aplicados con calzador al nombre del pueblo”.
Y una curiosidad:
IDEAL EN CLASE se hacía eco en noviembre de 2009 de una entrevista que le realizaba una de sus alumnas que por su interés reproducimos a continuación:
ENTREVISTA: Juan Rodríguez Titos
Juan Rodriguez Titos, una persona culta y encantadora que tiene mucho que contarnos. ¡Esperamos que os guste!
05.11.2009 - Laura Lozano Marín
Hoy tenemos el placer de entrevistar a Juan Rodríguez Titos, un hombre valiente, culto, trabajador y justo.Además de ser un gran profesor de Lengua y Literatura, ha escrito varios libros como El Habla de los Motes Orientales, Mujeres de Granada, Pedro Martínez, Píñar, entre otros. Y no solo eso, es un gran defensor de la mujer y admirador de su ciudad, Granada; pero, sobre todas las cosas, es una gran persona.
–Buenos días, soy Laura Lozano Marín, de Writter Republic y hoy seré la encargada de entrevistarle para el periódico digital FEMENINO SINGULAR. Conocemos una anécdota interesante de usted. Su primer libro “serio” lo encontró en el pupitre que le tocó cuando empezó a estudiar bachillerato en su colegio, seguramente del alumno anterior. ¿Qué sintió al tener aquel primer libro entre sus manos y leerlo?
- He de aclarar, antes de nada, que aquel libro era Rimas y Leyendas, de Bécquer. Al encontrarlo, sentí una extraña alegría; y al leerlo, sentí que había subido, de golpe, muchos escalones en mi formación y en la comprensión de los sentimientos.
–Ahora ejerce como profesor de Lengua y Literatura ¿Qué le motivó al elegir esta profesión?
- Yo soy Profesor por vocación, por naturaleza, podemos decir. Y la lengua y la literatura han sido, de siempre, mis materias preferidas. Así, lo tuve fácil al tener que decidirme por un camino profesional.
–¿Qué es lo más gratificante de su profesión? ¿Y cuál ha sido su mayor chasco en el campo de la enseñanza?
- La dedicación de profesor no pasa, actualmente, por sus mejores momentos; eso es evidente. Pese a todo, sigo teniendo muy clara mi vocación. No necesito más compensación, o más “gratificaciones”, que ver el interés de determinados alumnos, y el que, de vez en cuando, me pare un exalumno por la calle y me salude con sincero afecto.
– ¡Además de profesor, es usted un escritor reconocido en Granada! ¿Cómo se “atrevió”, por así decirlo, a publicar escritos, y meterse en el mundillo de los escritores?
- Yo no he entrado en el mundillo de los escritores: voy por libre. Y se me ocurrió escribir, y publicar, porque sentí la necesidad de apoyar a mi tierra, la tierra donde nací y me crié, que tiene muchas carencias. Yo trato de colaborar, con lo que sé hacer, para que mi tierra se revitalice y tenga futuro. Mi primer libro fue El Habla de los Montes Orientales, que proyecté como una forma de dar a conocer mi comarca y para que mis paisanos se enorgullecieran de algo propio.
–¿Lleva bien lo de compaginar las dos cosas?
- Efectivamente, llevo muy bien ser docente y escribir y publicar, porque, en el fondo, ambas cosas persiguen –para mí– el mismo fin: enseñar, mostrar, sugerir, acompañar, animar. Me entrego con pasión a la enseñanza y me desvivo por la investigación y la publicación. Trabajo con auténtico convencimiento. Me gusta mucho hacer lo que hago.
–En su libro Mujeres de Granada trata de hacer memoria de las mujeres granadinas que han hecho algo importante. ¿A qué se debe esta intención de dar a conocer quiénes fueron? ¿Qué fue lo que le motivó?
- Me motivó, básicamente, el hacer un acto de absoluta justicia. Las mujeres han sido siempre ciudadanas de tercera y han estado relegadas en el rincón más oscuro de la Historia. Secularmente sometidas al hombre. Ya era hora, creo, de que se reconociera su valía y se pusieran al mismo nivel del hombre, en derechos y en obligaciones. Mi libro es un homenaje a todas las mujeres.
–Y para concluir, nos gustaría saber cuáles son sus expectativas de futuro ¿Piensa sorprendernos con un nuevo libro?
- Yo siempre estoy trabajando en “un nuevo libro”. Lo que ocurre es que esta tarea es muy laboriosa y se tarda mucho en ver el fruto en las librerías. Ahora mismo tengo terminado un libro monográfico sobre una mujer de Granada, estoy terminando otro sobre un pueblo de mi comarca y dando los últimos retoques a una colaboración extensa para una publicación cultural de la provincia de Granada. Y tengo unos cuantos proyectos esperando su turno.
-Muchas gracias por prestarnos un poco de su tiempo. Y ha sido un placer poder entrevistarle.
- Gracias a vosotros. Os animo a seguir trabajando con interés en las cosas que os gustan. El futuro es vuestro.
Bien eso ha sido todo, esperamos que hayan disfrutado de la entrevista tanto como nosotros y que hayan descubierto algo nuevo de este profesor y escritor que es capaz de cautivarnos con sus palabras.
Antonio Arenas, Ideal en Clase, 6-8-2010